Por:
Alberto Póndigo
El
libro Hackear al Periodismo con la conocida frase de Albert Einstein “La locura
es hacer siempre lo mismo y esperar resultados diferentes”. Para comentar su
libro yo citaría también a Mario Benedetti, quien recuerda que “Cuando creíamos
que teníamos todas las respuestas, de pronto, cambiaron todas las preguntas”.
Es
un libro europeo: es una descripción bien escrita, con palabras audaces y
decenas de ideas nacidas de alguien que se ha sentado a pensar y repensar el
modelo de los medios. Es europeo porque es muy teórico. Faltaría ese toque
norteamericano que justifique con números lo que se piensa en palabras. Es
decir, grosso modo nada de lo que se dice está justificado o comprobado
empíricamente. Una lástima en este mundo en el que miles de tipos
autoproclamados gurús de la social media pretenden decir qué hay que hacer y
cómo. Con todo, claramente Mancini no es de esos.
Hackear
el periodismo responde a la pregunta de por qué hay que intervenir en la forma
de hacer periodismo, en la forma de organizar las redacciones. Es un punto de
partida y un exhorto a los dueños de los medios a cambiar. Pero el subtítulo
del libro es pícaro: dice ser un “Manual de laboratorio”, pero de entrada
notamos que no es tal cosa. No enseña las mejores ni las peores prácticas.
En
diez páginas hay sin embargo un intento o aproximación a contar qué hay que
hacer. 47, 60/61, 67, 72, 83, 86, 88, 102 y 104 que algo vamos a encontrar.
Las
ideas son las siguientes:
1) En
un medio online las secciones no importan, no son vistas, “son la mayor
desconexión de los medios respecto de sus lectores” (no da cifras).
2) Para
medir un proyecto online periodístico está bueno seguir cuatro variables:
tráfico, rentabilidad, reutilización de contenidos y productividad.
3) En
Internet, lo que no se puede manipular carece de valor.
4) “Estamos
en problemas” si tenemos una redacción digital que sólo emula lo que hacen los
algoritmos más eficientemente.
5) Los
Content Management System (CMS) están construidos con categorías y conceptos
arcaicos para manipular información.
6) Los
productos ya no se leen, se escuchan o se ven: ahora se usan.
7) Sin
periodistas que entiendan código, sin programadores que se interesen por el nuevo
periodismo, parece imposible hackear el periodismo.
8) No
sabemos medir la eficiencia con nuevos parámetros y los criterios de eficiencia
de antaño ya no sirven.
9) El
anticristo que hoy asusta al gremio periodístico es el experimentalista, clave
en el mundo de hoy.
10) Data
curators: hacen que se pueda respirar online. A mayor abundancia informativa,
mayor necesidad de selección.
Como
conclusión, queda claro que no es un manual de laboratorio pero nos permite
dirigir nuestros pensamientos hacia uno y otro lugar, pero siempre hacia
delante. Por eso, volviendo a Benedetti, si creíamos tener todas las
respuestas, Hackear el periodismo nos cambia todas las preguntas.
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